Salida,
asombro,
fascinación,
anonadamiento,
espanto.
Una impresión contradictoria.
¿Quién eres tú y quién soy yo?,
es pregunta, es respuesta,
es admiración, es afirmación,
adorar, aceptar humilde y profundamente que el Señor sea Altísimo
y que el Hermano sea pequeñito;
adorar, no resistir sino aceptar todo maravillado y agradecido,
comenzando por la propia pequeñez;
adorar, arrodillarse a los pies de la creación para lavar los pies,
vendar las heridas,
poner a los gusanitos en lugar seguro,
servir a la mesa, reverenciar lo insignificante,
no despreciar nada,
ser hermano mínimo entre los hermanos pequeños de la creación;
adorar, aceptar gustosamente que el Presente sea el Distante,
y que Aquel que es la esencia de mi existencia sea al mismo tiempo
la Otra Orilla:
quedar quieto, mudo, estático, amar.
El Sentido de la vida
5 de enero
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