Las raíces están siempre en la profundidad; y cuando ellas están sanas y empapadas en la tierra húmeda, hasta la copa más encumbrada se la ve vestida de un fresco verdor. Si los manantiales son hondos y puros, toda el agua que brota de ellos es pureza y frescura.
16 de noviembre
El Sentido de la Vida – Padre Ignacio Larrañaga
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