Te doy gracias, Padre mío, porque has sido la sombra fresca que me ha cobijado durante todo este día
Te doy gracias, Padre mío, porque has sido la sombra fresca que me ha cobijado durante todo este día. Te doy gracias porque -invisible, cariñoso, envolvente- me has cuidado como una madre, a lo largo de estas horas.
7 de marzo
El Sentido de la Vida – Padre Ignacio Larrañaga
