Hijas del egoísmo.
Desde las profundidades afloran a la superficie del hombre las energías salvajes, hijas del egoísmo: orgullo, vanidad, envidia, odio,...
“Nos ha enviado con un buen mensaje para los humildes,para sanar los corazones heridos, para anunciar a los desterrados su liberación, y a los presos su vuelta a la luz.” ISAÍAS 61, 1