
Mi Padre es mi madre.
Hubo un breve momento de silencio. El Hijo levantó los ojos y, mirándole al rostro a su Madre, dijo: —Madre mía, ¿por qué me buscaban? Mi Padre es mi madre. Un meteoro puede salirse de su órbita y perderse en los espacios siderales, pero yo vivo acurrucado en el hueco de su Mano, y no puedo perderme. Falla un eslabón y falla toda la cadena de las generaciones, pero una corriente inmortal nos une al Padre y a mí, y así, somos una cadena sin eslabones. Nunca me pierdo, Madre: e