Líbrame, Dios mío, de la sangre y sus tiranías
Líbrame, Dios mío, de la sangre y sus tiranías. Líbrame de estas leyes que inexorablemente me llevan hacia adentro y hacia el centro...
“Nos ha enviado con un buen mensaje para los humildes,para sanar los corazones heridos, para anunciar a los desterrados su liberación, y a los presos su vuelta a la luz.” ISAÍAS 61, 1