El Padre nos espera en su casa con una mesa adornada con flores de manzano; y nos reconocerá, nos dará la mano, nos hará sentar a la mesa, y comenzará la fiesta, una fiesta que no tendrá fin. Por fin vamos a saber dónde está el secreto de la perfecta alegría.
24 de marzo
El Sentido de la Vida – Padre Ignacio Larrañaga
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