Pero ¿perdonar al ofensor, callar ante: una grosería, ser afectuoso con el insoportable?
Al amable todo el mundo ama, al respetable todo el mundo respeta. Con el encantador todo el mundo simpatiza. Pero ¿perdonar al ofensor, callar ante: una grosería, ser afectuoso con el insoportable? Sólo aferrados a un Jesucristo vivo se puede tragar saliva, ceder, dejar pasar, tener paciencia, comprender, perdonar…
28 de mayo
El Sentido de la Vida – Padre Ignacio Larrañaga
