Una roca en el mar puede ser combatida por los ciclones, pero ella permanece inconmovible
Una roca en el mar puede ser combatida por los ciclones, pero ella permanece inconmovible. Lo mismo sucede con el hermano que llegó a esta sabiduría: queda tan afirmado en la paz, que no pueden removerlo ni las alabanzas ni los vituperios, y alcanza la serenidad de quien está por encima de los vaivenes de la vida.
1 de agosto
El Sentido de la Vida – Padre Ignacio Larrañaga
