aceptar humilde y profundamente que el Señor sea Altísimo
Salida, asombro, fascinación, anonadamiento, espanto. Una impresión contradictoria. ¿Quién eres tú y quién soy yo?, es pregunta, es...
“Nos ha enviado con un buen mensaje para los humildes,para sanar los corazones heridos, para anunciar a los desterrados su liberación, y a los presos su vuelta a la luz.” ISAÍAS 61, 1