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Sobre las aguas de la vida (Mc 6, 45-52)


Palabra Lectura del santo evangelio según San Marcos 6, 45-52

Después de haberse saciado los cinco mil hombres, Jesús enseguida apremió a los discípulos a que subieran a la barca y se le adelantaran hacia la orilla de Betsaida, mientras él despedía a la gente. Y después de despedirse de ellos, se retiró al monte a orar.

Llegada la noche, la barca estaba en mitad del mar y Jesús, solo, en tierra.

Viéndolos fatigados de remar, porque tenían viento contrario, a eso de la cuarta vigilia de la madrugada, fue hacia ellos andando sobre el mar, e hizo ademán de pasar de largo.

Ellos, viéndolo andar sobre el mar, pensaron que era un fantasma y dieron un grito, porque todos lo vieron y se asustaron.

Pero él habló enseguida con ellos y les dijo:

«Animo, soy yo, no tengáis miedo».

Entró en la barca con ellos y amainó el viento.

Ellos estaban en el colmo del estupor, pues no habían comprendido lo de los panes, porque tenían la mente embotada


Autocrítica

  • ¿Te has sentido cansado de remar en el mar de la vida?

  • ¿Cuáles han sido esos momentos más críticos (e enfermedades, matrimonio, hijos, vecinos, trabajo pastoral, etc.?

  • En algún momento y cuáles momentos has sentido como una pesada noche, un viento impetuoso que zarrandea la barca de tus convicciones, de tu fe, actitud, amor.

  • ¿En qué momentos de tu vida espiritual has sentido que haces mucho y puedes poco? Que te esfuerzas montones y sientes que el esfuerzo ha sido perdido.

  • ¿Cómo ha salido Jesús al rescate de tu vida?

  • Alguna vez has confundido la acción de Jesús de verlo caminar sobre el mar de tus miedos y pensar que es todo menos Jesús.

  • De qué manera Él te ha dicho: "ánimo, soy yo, no tengas miedo".

  • De qué manera Jesús calma tus tempestades.

  • Cada cuánto tiempo te retiras a orar al estilo de Jesús: cuánto tiempo al día, cuántos retiros al año, cuánto tiempo fuerte prolongado al mes, o dos meses.

  • ¿Qué tal está tu confianza en Jesús. Es sólo de intereses personales o confías en Él por qué tienes fe adulta, fuerte, clara, aún en medio de la prueba?


Toma de decisiones

  1. Escribe tres acciones concretas de tres miedos que más marcan tu vida que comenzarás a trabajar a partir de hoy. Revisión semanal de acciones.

  2. Tú fe hoy día, ¿es fe de niño o fe adulta? Escribe tus conclusiones.

  3. Compromete a meditar la Palabra diaria al menos media hora diaria, a una hora fija, preferiblemente en la madrugada o por la noche, o en el momento que mejor te convenga. Dice el Evangelio que Jesús se retira al monte a orar.

  4. Escribe las tres grandes tempestades de tu vida espiritual y cómo pretendes mejorar.

  5. Proponte realizar un retiro de un día durante este año.

  6. Abre tus oídos a la Palabra y reconoce tu torpeza para reconocer a Jesús en la cotidianidad de tu vida.

Modalidad Oración de abandono Iluminación desde la espiritualidad TOV Las fuerzas de la decadencia Capítulo 3: Cansancio Las emociones nos zarandean, nos hunden. La dinámica cósmica no se cansa, pero se agota. No así la dinámica vital: esta se desgasta, se cansa y, al final, se agota. "A la gente le gusta sentir”, sea lo que sea, dijo Virginia Woolf. Nosotros agregamos: sentir equivale a vivir, y vivir es transitar por las mil y una experiencias que ofrece la vida con sus matices y colores, aunque sepamos que algunas de .estas experiencias serán terribles y crueles. Pero todas ellas, las crueles y gozosas, todas ellas fatigan porque se gastan con el uso. Y así, nos cansamos de amar; nos cansamos con las pe nas y los miedos; el aburrimiento nos mata; hasta nos cansamos de la calma. Toda actividad humana aterriza en el desgaste y cansancio.

Consumidores de emociones Somos una perpetua contradicción: queremos estar al mismo tiempo satisfechos e insatisfechos, concentrados y dispersos, en calma y en tensión. Sin embargo, no somos capaces de vivir sin estímulos porque somos insaciables consumidores de emociones, sal tando como estrellas errantes, de un estado a otro, de un hemisferio a otro, mostrándonos alternadamente alegres, tristes, humildes, altivos; enojados, valientes, fugitivos; satisfechos, ofendidos, recelosos con los otros cien matices, teniendo, como dice Quevedo, "un breve descanso muy cansado",entre un estado y otro. En el centro de nuestra personalidad, en el hondón del corazón, habita un inventor de nuevos sentimientos y extrañas ocurrencias a las que hay que dar paso libre; las que, al final, nos arrastrarán al pozo del cansancio. Y así, avanza la rueda giratoria de la vida: mil necesida des han dado origen a nuevos deseos; y las pasiones que estos generan son la fuente más fecunda de desórdenes que afligen al hombre, lo fatigan y cansan. Oración de la espiritualidad TOV Circular 25 Ámame tal como eres Conozco tu miseria, Las luchas y tribulaciones de tu alma, La debilidad y las dolencias de tu cuerpo; Conozco tu cobardía, Tus pecados y tus flaquezas- A pesar de todo te digo: Dame tu corazón, Ámame tal como eres. Si para darme tu corazón Esperas ser un ángel, Nunca llegarás a amarme. Aun cuando caigas de nuevo, Muchas veces, en estas faltas Que jamás quisieras cometer, Y seas un cobarde para practicar la virtud, No te consiento que me dejes de amar. Ámame tal como eres. Ámame en todo momento, Cualquiera que sea la situación En que te encuentras, De fervor o sequedad, De fidelidad o de traición. Ámame tal como eres. Quiero el amor de tu corazón indigente. Si esperas ser perfecto para amarme, Nunca llegarás a amar… Ámame tal como eres. Déjate amar. Quiero tu corazón. En mis planes esta moldearte, Pero mientras eso llega, Te amo tal como eres. Y quiero que tú hagas lo mismo. Deseo ver tu corazón que se levanta Desde lo profundo de tu miseria: Amo en ti incluso tu debilidad. Me gusta el amor de los pobres. Quiero que desde la indigencia Se levante incesantemente este grito: Te amo, Señor. Lo que importa es el canto de tu corazón. ¿para qué necesito yo tu ciencia O tus talentos? No te pido virtudes. Y aun cuando yo te las diera, Eres tan débil Que siempre se mezclaría en ellas Un poco de amor propio. Pero no te preocupes por eso… Preocúpate solo de llenar con tu amor El momento presente. Hoy me siento a la puerta de tu corazón, Como un mendigo, A mi que soy el Señor de los señores. Llamo a tu puerta y espero. Apresúrate a abrirme. No alegues tu miseria. Si conocieras plenamente la dimensión De tu indigencia, morirías de dolor. Una sola cosa podría herirme el corazón: Ver que dudas y que te falta confianza. Quiero que pienses en mí Todas las horas del día y de la noche. No quiero que realices ni siquiera La acción más insignificante Por un motivo que no sea el amor. Que me diste amo a mí, Yo te haré amar a ti más De lo que hayas podido soñar. Pero recuerda sólo esto: Ámame tal como eres. Canto TOV Cantoral del Tallerista 45

PUEDO CONFIAR EN EL SEÑOR Puedo confiar en el Señor, que me va a guiar puedo confiar en el Señor, que no va a fallar. Si el sol llegara a oscurecer no brillase más, yo igual confío en el Señor, que no va a fallar. Puedo descansar, puedo descansar, que a su mansión Él me llevará. Si el sol llegara a oscurecer no brillase más, yo igual confío en el Señor, que no va a fallar.

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